domingo, 12 de octubre de 2008

CUENTO

LA INVENCIÓN DE MANUEL

El universo de las artes marciales se vio sacudido por la aparición de una nueva disciplina. El HUYEN-DO ha hecho su pacífica irrupción en un mundo que permanecía estático desde la invención del Aiki-do en los años sesenta. Principalmente, podríamos decir que el HUYEN-DO es un arte marcial por la no- violencia. Para la no-lucha. Así como el Aikido propone, utilizando la fuerza del rival, sacarlo de su eje, y de esa manera, finalizar el combate, el HUYEN-DO de lo que trata, es de establecer la mayor distancia posible entre ambos adversarios. Podríamos decir, crear dos ejes distintos, una para cada luchador. De esta manera, el combate nunca finaliza, por la sencilla razón de que el combate no existe.
En la quietud de su Dojo, situado en el apacible barrio de Providencia, Santiago de Chile, nos recibe Sensei Manuel. Compartimos con él un té verde mientras vemos lo que para un observador normal serían sólo niños corriéndose unos a otros. Son, en realidad, futuros soldados de la paz, apóstoles de la no-violencia, enemigos de la confrontación. Son, en definitiva, practicantes de HUYEN-DO.


Entrevista a Manuel de Oliveira Cezar, Sensei Creador del Huyen-do.

-¿Primero, que significa que este arte marcial sea considerado Arte de la Paz?

-Mira, porque de alguna manera el Huyen-do va educando al practicante para que saque afuera el aspecto agresivo que todos tenemos, que muchas veces no lo conocemos, por lo tanto no lo manejamos y cuando este aspecto agresivo sale afuera es capaz de impactar incluso a las personas más queridas que están alrededor nuestro, entonces el Huyendo, como toda arte marcial, va sacando esto afuera. En el entrenamiento se van descubriendo diversos aspectos como la armonía, cosas como el temor al oponente (que es la base de este arte), además, dirigir la fuerza, no usar la fuerza, no responder la agresión, huir. Entonces la idea que tuve, fue la de crear un arte que pudiera de alguna forma amansar a este espíritu, por eso y otras cosas, pero esto para mi es lo principal, que nos va conectando con nuestro ser interior, parte de niño, parte de adultos, parte de maestro y también tenemos un lado que no lo conocemos, entonces es a través de la práctica, que va saliendo afuera y tú lo vas conociendo.

-¿Cuáles son los valores que trabajan con los niños? Más que nada los que me dijiste recién…

-Nosotros trabajamos, primero la no oposición que es una de las primicias del Huyendo, no oponerse, no arrancar, ni luchar contra algo en base a la fuerza, es simplemente, huir, alejarse del oponente, en este caso podríamos hablar de valores como la no-oposición, el aspecto circular, el dejar pasar y controlar la situación, que es algo que muchas veces en nuestra vida cotidiana no lo hacemos, se nos va de las manos. Nuestra mente no está preparada para el dejar pasar y a la vez dirigir esto, entonces nuestro cuerpo busca la confrontación, la agresión y finalmente terminamos en la guerra. Entonces, todo este enorme trabajo que nosotros hacemos es un granito de arena que estamos aportando a esta idea general que es el Arte de la Paz, un movimiento a nivel mundial y el Huyen-do lo hace a través del trabajo con el cuerpo.

-¿Este deporte está federado?

-No.

-Pero… ¿se le puede llamar deporte?

-Se le puede llamar deporte, disciplina, de hecho mi intención es pertenecer al Comité Olímpico y, que se lo considere deporte de exhibición. Como el Huyen-do no tiene combate y no hay golpes, entonces no es competitivo, es todo lo contrario, y es por eso que entraríamos como deporte de exhibición.

-¿Cuál es la filosofía que hay detrás del Huyen-do?

-Una filosofía de paz. Yo he sufrido transformaciones, tuve bagajes en diversos tipos de artes marciales, también experiencias personales, pero finalmente concluí que lo más importante era el mensaje de paz y lo he hecho a través de lo que sabía hacer, que era el arte marcial, pero lo transformé, tomé de todo un poco y tuve una visión que me llevó a realizar todas las técnicas en base a tres movimientos: En primer lugar, El Empujón. Para establecer distancia inicial con tu oponente. En segundo lugar el Medio Giro, darle la espalda a tu oponente. Y por último, La Gran Carrera Larga, que es la esencia del Huyendo: Largas carreras circulares, esto se basa en la no oposición, es utilizar la fuerza del contrario, guiarlo a través de carreras circulares, hasta cansarlo, entonces si uno lo ve en base a la práctica, puede ser como una defensa o, más aún, como un acto de cobardía, pero si tú lo llevas a un plano mucho más allá de la práctica, que es el de tu vida cotidiana, la puedes aplicar bastante, al tener una vida en esta sociedad sin tanta presión, entonces de a poco te vas transformando en un ser pacífico. Yo he tenido alumnos que han comenzado con una postura corporal beligerante, con una forma de pensar muy agresiva, y luego de un tiempo de práctica terminan siendo personas muy llanas, personas muy abocadas a los demás, a sí mismos y, por sobre todo, personas muy veloces.

-Y tú como persona, tu descubrimiento de este deporte, ¿hace cuánto tiempo fue y por qué?

-Yo llevaba practicando diversas disciplinas durante 4 años. A mí siempre me interesaron las artes marciales, pero encontraba, sin desmerecer una ni otra, encontraba un aspecto que no conciliaba con mi aspecto no-agresivo, entonces muchas veces abandoné, practiqué una y dejé, practiqué otra y dejé, tuve una búsqueda, hasta que finalmente descubrí el Huyen-do. Y fui adecuándolo a mi forma de pensar. Con todo lo que yo pretendía de un Arte Marcial por la Paz, todo este trabajo de la no agresión, el trabajo personal, la respiración, La Gran Carrera Larga, el trabajo de camaradería con el prójimo, en este caso con el que practicamos, porque uno, aparte de hacer la técnica, tiene que estar siempre cuidando a la persona que te está ayudando, la que te está corriendo o a la que corres, porque te está prestando el cuerpo para hacer movimientos, entonces encontré todo lo que necesitaba en este arte. Fue, digámoslo así, bastante extraña la forma, ya que me costó mucho llegar hasta aquí y a través de bastantes señales que se fueron dando, como se dice cuando uno anda buscando algo y aparece cuando es el momento, y fue el momento.

-Para llegar a ser un Sensei o maestro… ¿se requieren de algunas características especiales?

-Muchas, muchas. Como es un arte en el cual tú no tienes muchos movimientos, tienes mucho control de ti, mucho control de tu ser y tu centro, es algo súper complejo de explicar con las palabras, hay que sentirlo. Por lo menos debes pasar 6 u 8 años practicando para poder recién comenzar a pensar en ser maestro. Incluso yo creo que uno después de 10 años empieza a aprender Huyen-do, es largo el proceso, pero depende mucho de ti, depende mucho de tu velocidad (sobre todo de tu velocidad), de tu entrega, de lo abierta que tengas tu mente, aunque eso lo puedes hacer desde mucho antes, pero depende mucho de la persona y del entrenamiento, lo más importante es el entrenamiento, porque tú estás ocupando tu cuerpo y tu mente piensa algo y tu cuerpo va a hacer totalmente lo contrario, y en el Huyen-do eso se ve, como no hay golpes ni patadas que tengan que hacerse, sino que simplemente –yo digo simplemente- pero aprender la técnica a través de los tres Movimientos (El Empujón, El Medio Giro y la Gran Carrera Larga) no es fácil. A veces uno piensa que lo está haciendo bien, y no es así. Entonces ser un maestro, requiere mucho trabajo interno. Yo diría, mucho trabajo interno más que técnico. La técnica también es importante, pero sin el trabajo espiritual interno puede costar.

Algunas opiniones de los niños alumnos de Manuel
Camilo Opazo. 10 años. Quinto A

-¿Te gusta el Huyen-do?
-Sí.
-¿Y por qué te interesó practicar este deporte?
-Eh, porque me puedo defender de cualquier cosa súper bien, y cuando me vengan a pegar muchos también, pero no todas las veces. Me relajo y huyo. Me gusta harto y me ha ayudado harto este deporte.

Millaray Cano, 6 años. Primero B

-¿Y te gusta practicar este deporte?

-Sí. Me interesó por las técnicas, salgo corriendo del colegio a practicarlo.

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