domingo, 19 de octubre de 2008

BIOGRAFIA

UN ARTISTA MULTIDISCIPLINARIO

Nacido en Venado Tuerto en 1966, Xavier Yrigoyen Zarraieta comienza a sentir desde muy joven una fuerte vocación creadora, tanto con la música, como con la literatura, las artes plásticas o las manualidades. Un niño sensible que deambula por el entorno mágico de la estancia familiar, embriagado por la humeante atmósfera de los campos vecinos. Atmósfera que inhala y aprovecha para su futura inspiración.

Junto a su familia, se traslada a Buenos Aires en 1979. Pronto comienza a componer sus primeras piezas musicales, familiarizadas con el dodecafonismo y la música aleatoria. Hace notar su presencia ofreciendo sus servicios de multi-instrumentista a los distintos grupos de su escuela, donde, tal vez por envidia, tal vez por incapacidad para comprender ideas musicales tan avanzadas, sus eventuales compañeros tratan de evitar su cercanía. Lejos de debilitarlo, esta serie prematura de rechazos no hace más que fortalecerlo y Xavier pasa a focalizar su capacidad musical en un solo instrumento, el más antiguo y bello de todos: la voz humana. Es así que, la sucesión de rechazos que había experimentado con los grupos musicales de la secundaria, se repite esta vez, pero con los distintos coros de la Ciudad. Ya curtido por su anterior experiencia, Xavier no se rinde. Si los coros no lo aceptan, el fundará uno. Si a la convocatoria para sumarse a su coro, nadie responde, éste estará conformado por una sola voz: la suya. Nace el Coro Monofónico Juan de Dios Filiberto, el primer coro monofónico del mundo.

Esta experiencia coral le ofrece a Xavier la oportunidad de desarrollar su talento vocal, aprendiendo un repertorio latinoamericano y popular pero, sobre todo, adaptándolo a la particular formación de su Coro. De esta forma, ven la luz versiones renovadas de clásicos del repertorio coral, tales como: Todavía Canto; de Víctor Heredia, Canción conmigo; de Cesar Isella, Por qué canto; de Mario Benedetti o Soy mucho más que uno; de Sandra y Celeste. (Del repertorio de Sandra también interpreta Soy lo que soy, pero en funciones privadas o especiales)
Con sólo tres meses de ensayos, el Coro es invitado al Tercer Festival de Coros de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Participa también en el Primer Festival Coral Internacional "Descubre a Puerto Rico y su Música Coral". Las autoridades culturales de Puerto Rico le hacen notar su disconformidad con la propuesta. Entre otras cosas, la pretensión de Xavier de que el Coro Monofónico cobrase cachets y viáticos similares a los otros Coros, colma la paciencia de los Organizadores. “Son estas bajezas burocráticas las que están dañando a la cultura coral”- declara al ser expulsado de Puerto Rico. Junto a estas experiencias se puede incluir también, la grabación de un LP (hoy inhallable) titulado “Lo mejor de mí”. Al contrario de las presentaciones en vivo, el LP no genera rechazo sino más bien, una profunda indiferencia. Pero no es esto lo que marca el final de la experiencia coral de nuestro artista. El afán perfeccionista de Xavier lo había llevado a elaborar un estricto reglamento para el buen funcionamiento de su Coro. Este reglamento citaba en su punto 2:

…2. Asistir a todos los ensayos durante la semana, así como también a los ensayos especiales que se programen los días sábados y feriados. (Se notificará por escrito y con tiempo el itinerario de ensayos y actividades) Si el coreuta no cumple con los horarios de ensayo establecidos se le suspenderá por una presentación. (En casos extremos puede ser suspendido indefinidamente)

Luego de una serie de ausencias consecutivas, Xavier, como Director del Coro, se ve en la obligación de auto suspenderse indefinidamente.

Pero pronto empieza a sentir la llamada de otras artes, como la literatura o el dibujo (A Van Gogh esta analogía cronológica le incitó a crear toda su producción en apenas una década) y comienza a investigar con colores y formas, buceando en lo concreto y, sobre todo, en lo abstracto de su propia existencia.

Trabaja sin descanso día y noche obteniendo resultados cada vez más alentadores. Su obra, que va llenándose de distintos tonos de grises, tiene una expresividad contundente, donde la introversión, el aislamiento y el individualismo se convierten en virtud y sello de su trabajo. Su fascinación por la forma humana y, en especial, por su propia expresión facial, lo lleva a realizar una serie de autorretratos; que serán el principio de lo que luego configurará el concepto de "Retro-progresión" que toma el artista de los escritos de Salvador Pániker, su maestro espiritual y presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (no confundir con su hermano Raimundo, tan alejado de la literatura como de la eutanasia). Pues bien, esta conjunción entre diversas disciplinas es la clave para definir la obra de este artista apartado del mundo y de sus semejantes, donde lo místico y lo mágico se unen para mostrarnos los recovecos más profundos de la existencia humana.

A partir de 2001, la obra pictórica de Xavier se tiñe de color y una sencilla geometría enmarca progresivamente sus Autorretratos (Ahora también escenas: Xavier afeitándose, Xavier cantando y, la más emblemática; Xavier frente al espejo).
Siente curiosidad por cualquier tipo de expresión artística, haciendo incursiones en el mundo del teatro (en especial monólogos y unipersonales) y el cine (su gran asignatura pendiente), ya se sabe que el tiempo y el espacio delimitan a veces los deseos humanos.

En la actualidad, se encuentra escribiendo su primera novela; que narra las aventuras de un curioso cantor y pintor de autorretratos, que contempla como, de repente, una de sus obras cobra vida propia y comienza a escribir. El misterio y la duda se entrelazan en esta obra espiralada; para mostrarnos a un personaje que deambula por su propio laberinto interior, a la vez que construye una crítica social y cultural, poniendo en tela de juicio; no sólo el significado del arte, sino también a los sinuosos pusilánimes que dominan su derrotero actual. Aún no tiene título pero, en privado, su autor se refiera a ella como “Autobiografía”.

domingo, 12 de octubre de 2008

CUENTO

LA INVENCIÓN DE MANUEL

El universo de las artes marciales se vio sacudido por la aparición de una nueva disciplina. El HUYEN-DO ha hecho su pacífica irrupción en un mundo que permanecía estático desde la invención del Aiki-do en los años sesenta. Principalmente, podríamos decir que el HUYEN-DO es un arte marcial por la no- violencia. Para la no-lucha. Así como el Aikido propone, utilizando la fuerza del rival, sacarlo de su eje, y de esa manera, finalizar el combate, el HUYEN-DO de lo que trata, es de establecer la mayor distancia posible entre ambos adversarios. Podríamos decir, crear dos ejes distintos, una para cada luchador. De esta manera, el combate nunca finaliza, por la sencilla razón de que el combate no existe.
En la quietud de su Dojo, situado en el apacible barrio de Providencia, Santiago de Chile, nos recibe Sensei Manuel. Compartimos con él un té verde mientras vemos lo que para un observador normal serían sólo niños corriéndose unos a otros. Son, en realidad, futuros soldados de la paz, apóstoles de la no-violencia, enemigos de la confrontación. Son, en definitiva, practicantes de HUYEN-DO.


Entrevista a Manuel de Oliveira Cezar, Sensei Creador del Huyen-do.

-¿Primero, que significa que este arte marcial sea considerado Arte de la Paz?

-Mira, porque de alguna manera el Huyen-do va educando al practicante para que saque afuera el aspecto agresivo que todos tenemos, que muchas veces no lo conocemos, por lo tanto no lo manejamos y cuando este aspecto agresivo sale afuera es capaz de impactar incluso a las personas más queridas que están alrededor nuestro, entonces el Huyendo, como toda arte marcial, va sacando esto afuera. En el entrenamiento se van descubriendo diversos aspectos como la armonía, cosas como el temor al oponente (que es la base de este arte), además, dirigir la fuerza, no usar la fuerza, no responder la agresión, huir. Entonces la idea que tuve, fue la de crear un arte que pudiera de alguna forma amansar a este espíritu, por eso y otras cosas, pero esto para mi es lo principal, que nos va conectando con nuestro ser interior, parte de niño, parte de adultos, parte de maestro y también tenemos un lado que no lo conocemos, entonces es a través de la práctica, que va saliendo afuera y tú lo vas conociendo.

-¿Cuáles son los valores que trabajan con los niños? Más que nada los que me dijiste recién…

-Nosotros trabajamos, primero la no oposición que es una de las primicias del Huyendo, no oponerse, no arrancar, ni luchar contra algo en base a la fuerza, es simplemente, huir, alejarse del oponente, en este caso podríamos hablar de valores como la no-oposición, el aspecto circular, el dejar pasar y controlar la situación, que es algo que muchas veces en nuestra vida cotidiana no lo hacemos, se nos va de las manos. Nuestra mente no está preparada para el dejar pasar y a la vez dirigir esto, entonces nuestro cuerpo busca la confrontación, la agresión y finalmente terminamos en la guerra. Entonces, todo este enorme trabajo que nosotros hacemos es un granito de arena que estamos aportando a esta idea general que es el Arte de la Paz, un movimiento a nivel mundial y el Huyen-do lo hace a través del trabajo con el cuerpo.

-¿Este deporte está federado?

-No.

-Pero… ¿se le puede llamar deporte?

-Se le puede llamar deporte, disciplina, de hecho mi intención es pertenecer al Comité Olímpico y, que se lo considere deporte de exhibición. Como el Huyen-do no tiene combate y no hay golpes, entonces no es competitivo, es todo lo contrario, y es por eso que entraríamos como deporte de exhibición.

-¿Cuál es la filosofía que hay detrás del Huyen-do?

-Una filosofía de paz. Yo he sufrido transformaciones, tuve bagajes en diversos tipos de artes marciales, también experiencias personales, pero finalmente concluí que lo más importante era el mensaje de paz y lo he hecho a través de lo que sabía hacer, que era el arte marcial, pero lo transformé, tomé de todo un poco y tuve una visión que me llevó a realizar todas las técnicas en base a tres movimientos: En primer lugar, El Empujón. Para establecer distancia inicial con tu oponente. En segundo lugar el Medio Giro, darle la espalda a tu oponente. Y por último, La Gran Carrera Larga, que es la esencia del Huyendo: Largas carreras circulares, esto se basa en la no oposición, es utilizar la fuerza del contrario, guiarlo a través de carreras circulares, hasta cansarlo, entonces si uno lo ve en base a la práctica, puede ser como una defensa o, más aún, como un acto de cobardía, pero si tú lo llevas a un plano mucho más allá de la práctica, que es el de tu vida cotidiana, la puedes aplicar bastante, al tener una vida en esta sociedad sin tanta presión, entonces de a poco te vas transformando en un ser pacífico. Yo he tenido alumnos que han comenzado con una postura corporal beligerante, con una forma de pensar muy agresiva, y luego de un tiempo de práctica terminan siendo personas muy llanas, personas muy abocadas a los demás, a sí mismos y, por sobre todo, personas muy veloces.

-Y tú como persona, tu descubrimiento de este deporte, ¿hace cuánto tiempo fue y por qué?

-Yo llevaba practicando diversas disciplinas durante 4 años. A mí siempre me interesaron las artes marciales, pero encontraba, sin desmerecer una ni otra, encontraba un aspecto que no conciliaba con mi aspecto no-agresivo, entonces muchas veces abandoné, practiqué una y dejé, practiqué otra y dejé, tuve una búsqueda, hasta que finalmente descubrí el Huyen-do. Y fui adecuándolo a mi forma de pensar. Con todo lo que yo pretendía de un Arte Marcial por la Paz, todo este trabajo de la no agresión, el trabajo personal, la respiración, La Gran Carrera Larga, el trabajo de camaradería con el prójimo, en este caso con el que practicamos, porque uno, aparte de hacer la técnica, tiene que estar siempre cuidando a la persona que te está ayudando, la que te está corriendo o a la que corres, porque te está prestando el cuerpo para hacer movimientos, entonces encontré todo lo que necesitaba en este arte. Fue, digámoslo así, bastante extraña la forma, ya que me costó mucho llegar hasta aquí y a través de bastantes señales que se fueron dando, como se dice cuando uno anda buscando algo y aparece cuando es el momento, y fue el momento.

-Para llegar a ser un Sensei o maestro… ¿se requieren de algunas características especiales?

-Muchas, muchas. Como es un arte en el cual tú no tienes muchos movimientos, tienes mucho control de ti, mucho control de tu ser y tu centro, es algo súper complejo de explicar con las palabras, hay que sentirlo. Por lo menos debes pasar 6 u 8 años practicando para poder recién comenzar a pensar en ser maestro. Incluso yo creo que uno después de 10 años empieza a aprender Huyen-do, es largo el proceso, pero depende mucho de ti, depende mucho de tu velocidad (sobre todo de tu velocidad), de tu entrega, de lo abierta que tengas tu mente, aunque eso lo puedes hacer desde mucho antes, pero depende mucho de la persona y del entrenamiento, lo más importante es el entrenamiento, porque tú estás ocupando tu cuerpo y tu mente piensa algo y tu cuerpo va a hacer totalmente lo contrario, y en el Huyen-do eso se ve, como no hay golpes ni patadas que tengan que hacerse, sino que simplemente –yo digo simplemente- pero aprender la técnica a través de los tres Movimientos (El Empujón, El Medio Giro y la Gran Carrera Larga) no es fácil. A veces uno piensa que lo está haciendo bien, y no es así. Entonces ser un maestro, requiere mucho trabajo interno. Yo diría, mucho trabajo interno más que técnico. La técnica también es importante, pero sin el trabajo espiritual interno puede costar.

Algunas opiniones de los niños alumnos de Manuel
Camilo Opazo. 10 años. Quinto A

-¿Te gusta el Huyen-do?
-Sí.
-¿Y por qué te interesó practicar este deporte?
-Eh, porque me puedo defender de cualquier cosa súper bien, y cuando me vengan a pegar muchos también, pero no todas las veces. Me relajo y huyo. Me gusta harto y me ha ayudado harto este deporte.

Millaray Cano, 6 años. Primero B

-¿Y te gusta practicar este deporte?

-Sí. Me interesó por las técnicas, salgo corriendo del colegio a practicarlo.

viernes, 10 de octubre de 2008

N O T I C I A

Descubren garito de juego clandestino dentro de una calesita

En un allanamiento realizado por personal de la Comisaría 40, en el predio de Parque Avellaneda, de esta Capital, se secuestraron una serie de elementos, que se utilizaban para realizar verdaderas maratones de juego clandestino. La particularidad del caso es que el “garito” funcionaba en el interior de la calesita del parque, al amparo de las figuras del Pato Donald, Pluto y Tribilín.
Diez personas detenidas y una gran cantidad de elementos secuestrados fue el resultado de un allanamiento realizado este viernes en la calesita del Parque Avellaneda, donde funcionaba un moderno "garito" clandestino.Los investigadores no descartan la posibilidad de que esta organización tenga más sucursales, incluso en el interior del país.
El operativo fue llevado a cabo por efectivos de la Superintendencia de Investigaciones del Juego Ilegal, en una calesita ubicada en Lacarra y Directorio, Parque Avellaneda, Capital Federal.

Además, se realizaron otros tres procedimientos, uno en la calesita del Parque Rivadavia y los dos restantes en sendas calesitas de la localidad de San Isidro, donde se secuestró documentación de interés para la causa, teléfonos celulares, y discos simples de vinilo de diferentes colores.

En el allanamiento realizado en el Parque Avellaneda se hallaron una serie de elementos probatorios como naipes, fichas de dominó, dados y cubiletes, que se utilizaban para realizar distintos juegos, como el Truco, Mus, Tute Cabrero, Chinchón, Dominó y distintas variantes de la Generala.
Dentro de la garita, donde usualmente se expenden los boletos para poder acceder a la calesita, se incautaron 2 kilogramos de porotos y cuadernos de distintas medidas con todo tipo de anotaciones. Principalmente columnas de números encabezadas por las letras N (nosotros) y E (Ellos). Se supone que de esta forma la banda llevaba un minucioso registro de las partidas que allí se desarrollaban.Además, se secuestraron 53 pesos en efectivo, cigarrillos de distintas marcas, habanos, 1.500 boletos de calesita y una sortija (aunque se supone que éstos últimos elementos no estarían relacionados con la causa).Asimismo, se logró secuestrar una mesa hexagonal forrada en paño verde y 6 sillas que se ocultaban en el centro de la calesita.

El centro de la calesita (donde se encuentra el motor de la misma) es una suerte de biombo cerrado de seis paneles, cada una de ellos decorado con un personaje distinto de Walt Disney. En uno de esos paneles (el que corresponde a Tribilín) se encuentra una pequeña puerta, que era utilizada por los jugadores para acceder a la mesa de juego. A veces lo hacían en pleno horario de trabajo y con la calesita funcionando y repleta de niños, lo que motivó las primeras señales de alerta en los padres, quienes veían a distintos adultos entrar a la sala del motor de la calesita, pero no los veían salir.
A esto hay que agregarle el hecho de que varios padres notaron que sus pequeños hijos volvían de la calesita con sus ropas impregnadas de un fuerte olor a humo de cigarrillo y habanos.
Por su parte, los investigadores comenzaron a sospechar al ver que la calesita nunca detenía su marcha, aún después de que se hubiera retirado el último de los niños, continuaba girando y pasando música de Xuxa hasta altas horas de la madrugada
El comisionado Honorio Rodríguez, jefe del operativo, señaló que se trata del primer garito de este tipo que se descubre en el país y destacó la habilidad de los malentretenidos para realizar una actividad ilícita al amparo que le ofrecían las instalaciones del lugar más inocente de la Ciudad.
El principal sospechoso es un hombre de 61 años, dueño de cuatro Calesitas, dos en Capital Federal y dos en San Isidro. Mientras era llevado por las fuerzas de seguridad, declaró a los medios allí presentes:
-Nos embalamos tanto con el chinchón que nos olvidamos de apagar la Calesita, sino, no nos hubieran descubierto nunca
.

C U E N T O

L A V E R E D A

En mi barrio, por las noches, estacionamos los autos sobre la vereda. Es una costumbre, y la tenemos todos los que no guardamos el auto en un garaje. Supongo que es por la sensación de seguridad que nos da dormir con el auto estacionado cerca de nuestras casas. Pero la verdad es que podrían robarlo o romperle un vidrio de cualquier forma, estando sobre la vereda o sobre la calle. Yo vivo en un PH de cuatro departamentos, el mío es el que está al frente, es decir, que tengo toda la vereda para mí. Los otros tres departamentos se encuentran detrás del mío, y se accede a ellos a través de un pasillo oscuro. El mío, tiene entrada independiente. Mis dos ventanas, la del comedor y la del cuarto, dan a la calle, y hay una bajada de cordón justo delante de la ventana del comedor, se ve que lo que ahora es mi comedor, fue el garaje de la construcción anterior. Así que todo estaba perfecto para que yo dejara mi auto sobre la vereda. Además, los otros tres propietarios eran mujeres y ninguna de ellas tenía coche. Pero la felicidad es breve. Un día, la del departamento 4 trajo un novio. Que sí tenía auto. (Su anterior novio andaba en bicicleta y el anterior a ése andaba a pie.) Este nuevo novio tenía un cacharro del año 85 y lo primero que hizo al instalarse en el departamento de su novia, fue subirlo a la vereda. A mi vereda. Delante de mi ventana. La novedad no me agradaba pero, ¿qué podía hacer? Según la Ley de Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires, ni él, ni yo, ni nadie puede dejar su auto sobre la vereda. Así que, en este caso, ambos teníamos el mismo derecho a violar la Ley. Aunque yo un poco más, supongo, porque, como dije, todo el frente era mío. Pero, en fin, casi sin hablarnos, llegamos a un acuerdo tácito: el que primero llegara estacionaba su auto sobre la vereda. Convivimos un tiempo con este arreglo, hasta que alguien lo violó: fui yo. La verdad es que él siempre llegaba antes y yo me las tenía que arreglar para estacionar por ahí, lejos de mi casa, o sobre la vereda de un vecino que, aunque no tuviera auto, un día me pidió que no le dejase más el mío sobre su vereda. Así que hoy, al llegar a casa y ver su catramina delante de mi ventana, no aguanté más y le toqué el timbre. Se ve que dormía, porque tardó en atender.
-¿Quién es? – preguntó por el portero con vos de sueño.
-Soy yo, tu vecino del primero.
-¿Qué pasa?
-Quiero que saques tu auto de mi vereda.
-Son las doce de la noche…
-Ya sé qué hora es, pero no encuentro lugar para estacionar e históricamente este lugar es mío. Además, por ley, yo soy el responsable de todo lo que suceda en mi vereda. ¿Sabías que, por ejemplo, si a tu auto le cayera un meteorito encima, yo me tendría que hacer cargo del arreglo, porque está en mi vereda? - este argumento lo inventé yo, pero sonaba bien-.
-Bueno-me dijo- tratá de arreglarte ahora y mañana hablamos…no creo que vaya a caer un meteorito justo esta noche.
¡Encima me cargaba! Me dieron ganas de estrangularlo. Pude visualizar le escena completa: él, tendido de espaldas sobre la vereda, su cabeza contra el piso, al lado de la rueda delantera de su cacharro. Yo, arrodillado sobre él, con todo el peso de mi cuerpo sobre el suyo, inmovilizándolo, mis manos apretándole el cuello con toda mi fuerza. Su mirada buscando la mía, implorándome que dejara pasar un poco de aire hacia sus pulmones, sólo un poco, lo suficiente para resistir unos instantes más, para aferrarse a ese hilo de vida que aún le quedaba. Yo desviaba la mirada y terminaba mi tarea. –Aprendan ustedes- les decía, levantándome, a los vecinos que habían sido testigos de la escena-lo mismo le va a pasar a cualquiera que estacione sobre mi vereda- y me retiraba triunfador…
-Bueno, está bien – le dije-mañana hablamos.
Estacioné donde pude y me vine a dormir.
Es en estos casos cuando tengo ganas de tener un Luca Brassi al lado, como en El Padrino 1, alguien enorme; con cara de malo, que permanezca detrás de mí sin hablar, que su sola presencia intimide y sea yo, el Jefe, el que hable. Y yo hablaría con una voz pausada, serena y grave. Una voz moldeada por el bourbon y el humo de los puros. Y con esa voz, le diría al novio de mi vecina lo inconveniente que es tener de enemigo a alguien como yo. O, mejor aún, le diría que piense un precio. Un precio por la vereda. Como en El Padrino 2. Tenés hasta mañana para pensar un precio.
Pero la realidad no es como las películas. Yo estoy solo y mi voz es aguda y metálica. Ante el menor contratiempo empieza a temblar y a titubear. Hasta un sordo se daría cuenta de que estoy nervioso. ¿Bourbon y habanos? Yo aún tomo leche Cindor y el humo de un sahumerio ya me marea. Y si tuviera el dinero para pagarle lo que él me pidiese por la vereda, guardaría el auto en un garaje y evitaría todo este problema. Evitaría esta noche de insomnio que estoy pasando. Deseando que la mañana nunca llegue. Deseando que, en la mañana, nadie me toque el timbre.